Hace pocos días comenzamos un nuevo año 2012. Hemos dejado atrás un mes de Diciembre en el que ha habido un descenso de ocupación en los alojamientos rurales en nuestro país con respecto a otros años. Esta es la tónica general para muchos durante 2011. La caída en las ventas es evidente. Llevo tiempo escuchando que la situación económica por la que atraviesa España beneficia al turismo de interior, por tanto al turismo rural. Lo cierto hasta ahora es que la demanda ha caído y la oferta sigue siendo muy superior.
Como en otras épocas de dificultades económicas, se establecen guerras de precios y en esto está inmerso ahora el sector. Dentro de esta maraña hay gente que piensa que no es la solución, pero lo cierto es que esta alternativa que muchos emplean agresívamente está perjudicando a otros.
Y yo os pregunto ¿Pensáis que es la mejor estrategía? ¿Habeis pensado en otras alternativas? ¿Sabeis cual puede ser el resultado final?
En esta encrucijada que ahora nos encontramos hay dos opciones, coger la fácil, la desesperada y seguir actuando de la misma forma hasta que el sector reviente. O mirar hacia otras alternativas que nos requieren cambiar de forma de pensar, cambiar de forma de trabajar, actualizar nuestros archivos mentales y ponernos en marcha para sacar el sector adelante, para seguir contribuyendo a que no decaigan nuestras zonas rurales. ¿Cual es la que eliges tú?
Hay una parte de este sector que realmente vive el Turismo Rural, tiene la certeza que su negocio beneficia a sus clientes y a las zonas donde se encuentra, que ama su trabajo, que está encantado de que sus clientes estén satisfechos e invierte tiempo, esfuerzo y dinero para mejorar y cubrir las necesidades de estos clientes. Os aseguro, que no hay mejor recompensa que ver como tus clientes se despiden con una sonrisa. Estamos dando un servicio para que otras personas disfruten su tiempo de ocio, para que encuentren lo que buscan, para que se sientan como en casa.
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